Shell, Total y BP son las tres multinacionales petroleras con sede en Europa que comenzaron a incursionar en el juego de la carga de vehículos eléctricos en 2017 y ahora están presentes en todas las etapas de la cadena de valor de la carga.
Shell es uno de los principales actores del mercado de carga del Reino Unido. En numerosas gasolineras (también conocidas como estaciones de servicio), Shell ya ofrece carga y pronto la implementará en unos 100 supermercados.
Según The Guardian, Shell pretende instalar 50.000 puntos de carga públicos en las calles del Reino Unido durante los próximos cuatro años. Este gigante petrolero ya ha adquirido Ubitricity, empresa especializada en integrar la carga en infraestructuras viales existentes, como farolas y bolardos. Esta solución podría hacer más atractiva la compra de vehículos eléctricos para los habitantes de las ciudades que no disponen de acceso privado ni plazas de aparcamiento asignadas.
Según la Oficina Nacional de Auditoría del Reino Unido, más del 60 % de los hogares urbanos en Inglaterra no disponen de aparcamiento fuera de la vía pública, lo que significa que no tienen una forma práctica de instalar un cargador doméstico. Una situación similar se da en muchas regiones, como China y algunas partes de Estados Unidos.
En el Reino Unido, los ayuntamientos se han convertido en un obstáculo para la instalación de puntos de carga públicos. Shell tiene un plan para solucionar este problema ofreciendo cubrir los costes iniciales de instalación que no cubren las subvenciones gubernamentales. La Oficina para Vehículos de Cero Emisiones del gobierno británico cubre actualmente hasta el 75 % del coste de instalación de los puntos de carga públicos.
“Es vital acelerar la instalación de cargadores de vehículos eléctricos en todo el Reino Unido, y este objetivo y la oferta de financiación están diseñados para contribuir a lograrlo”, declaró David Bunch, presidente de Shell UK, a The Guardian. “Queremos ofrecer a los conductores de todo el Reino Unido opciones accesibles de carga de vehículos eléctricos, para que más conductores puedan optar por la electricidad”.
La ministra de Transporte del Reino Unido, Rachel Maclean, calificó el plan de Shell como "un gran ejemplo de cómo se está utilizando la inversión privada junto con el apoyo del gobierno para garantizar que nuestra infraestructura de vehículos eléctricos sea adecuada para el futuro".
Shell continúa invirtiendo en negocios de energía limpia y se ha comprometido a lograr cero emisiones netas en sus operaciones para 2050. Sin embargo, no ha mostrado intención de reducir su producción de petróleo y gas, y algunos activistas ambientales no están convencidos. Recientemente, miembros del grupo Rebelión contra la Extinción se encadenaron o pegaron a las barandillas del Museo de Ciencias de Londres para protestar contra el patrocinio de Shell de una exposición sobre gases de efecto invernadero.
“Nos parece inaceptable que una institución científica, una gran institución cultural como el Museo de Ciencias, acepte dinero, dinero sucio, de una compañía petrolera”, declaró el Dr. Charlie Gardner, miembro de Científicos por la Rebelión contra la Extinción. “El hecho de que Shell pueda patrocinar esta exposición les permite presentarse como parte de la solución al cambio climático, cuando, por supuesto, están en el corazón del problema”.
Hora de publicación: 25 de septiembre de 2021