En julio de 2021, la Comisión Europea publicó un plan oficial que cubría las fuentes de energía renovables, la renovación de edificios y una propuesta de prohibición de la venta de automóviles nuevos equipados con motores de combustión a partir de 2035.
La estrategia verde fue ampliamente discutida y algunas de las economías más grandes de la Unión Europea no estaban particularmente contentas con la prohibición de ventas planeada. Sin embargo, a principios de esta semana, los legisladores de la UE votaron a favor de mantener la prohibición de ICE a partir de mediados de la próxima década.
La forma final de la ley se discutirá con los estados miembros a finales de este año, aunque ya se sabe que el plan de los fabricantes de automóviles es reducir las emisiones de CO2 de sus flotas en un 100 por ciento para 2035. Básicamente, esto significa que no habrá gasolina, ni diésel. , o vehículos híbridos estarán disponibles en el mercado de automóviles nuevos de la Unión Europea. Es importante tener en cuenta que esta prohibición no significa que se prohibirán en las calles las máquinas de combustión existentes.
Sin embargo, la votación de principios de esta semana no acaba con el motor de combustión en Europa (no todavía). Antes de que eso suceda, es necesario alcanzar un acuerdo entre los 27 países de la UE y esto podría ser una tarea muy difícil. Alemania, por ejemplo, se opone a una prohibición total de los coches nuevos con motor de combustión y propone una excepción a la regla para los vehículos propulsados por combustibles sintéticos. El ministro de Transición Ecológica de Italia también dijo que el futuro del automóvil "no puede ser sólo totalmente eléctrico".
En su primera declaración tras el nuevo acuerdo, la ADAC de Alemania, la asociación automovilística más grande de Europa, dijo que "los ambiciosos objetivos de protección del clima en el transporte no pueden lograrse sólo con la movilidad eléctrica". La organización considera “necesario abrir la perspectiva de un motor de combustión interna climáticamente neutro.
Por otra parte, el eurodiputado Michael Bloss afirmó: “Este es un punto de inflexión que estamos debatiendo hoy. Quien todavía dependa del motor de combustión interna perjudica a la industria, al clima y viola la legislación europea”.
Aproximadamente una cuarta parte de las emisiones de CO2 en la Unión Europea proviene del sector del transporte y el 12 por ciento de esas emisiones provienen de los automóviles de pasajeros. Según el nuevo acuerdo, a partir de 2030 las emisiones anuales de los coches nuevos deberían ser un 55 por ciento más bajas que en 2021.
Hora de publicación: 14 de junio de 2022